Realicé esta presentación para el lanzamiento de la escuela de participación virtual del IDPAC (aquí la noticia del evento).
En general percibí que hay mucha gente con muy buenas ideas y muchas ganas de trabajar, pero que no han tenido la oportunidad de usar un computador, de pronto porque en telecentros y bibliotecas están los espacios pero hay siempre un pequeño temor a lo desconocido que no te deja dar el primer paso. Eso fue lo que ataqué en esta presentación, animándolos a participar. Mencioné algo que me ha dado vueltas en la cabeza en estos días: «Todo lo que tenga más de dos botones me produce pánico» y cómo los aparatos deben enfocarse en la sencillez.
Encontré este video de un amigo mío, Alejandro Angel, quien nos explica cómo hacer vlogging o videoblogging; lo que es lo mismo a llevar un diario en un medio electrónico (blog) alimentado con videos; una forma de comunicar que me ha llamado la atención desde el Campus Party 2009. A continuación «¿Cómo se come eso del videoblogging?«
Alejandro nos dice que lo único que se necesita para hacer un video es tener una historia qué contar. Aquí está una historia que nos cuenta Francisco Cárdenas (@cinealoido) sobre Jean Alexis, un niño guía en la imponente biblioteca pública Santo Domingo Savio, en la ciudad de Medellín. Hasta ahora no conozco esta biblioteca, espero hacerlo muy pronto en compañía de este singular guía. Con ustedes «Jean Alexis, niño guía turístico en la Biblioteca Santo Domingo Savio«
Las historias se pueden hacer un poco más complejas, mejor elaboradas. Cuando superas esas primeras etapas de capturar lo primero que se te cruza y hacer una mínima edición (etapa en la que todavía me encuentro) llegas a los mismos lugares que ocupas, pero creas un nuevo ambiente para lo que te rodea. Personajes, locaciones y detalles empiezan a cobrar otros sentidos y pueden resultar cosas como este video llamado «Impossible Man» de Francisco Cárdenas:
La idea es comunicar, hacerle ver a otro lo que nosotros vemos. No se trata de tecnología, o novedad. Se trata sobre tener algo qué decir. Se trata de contar eso que nadie más puede contar.