Malaika la Princesa es una producción de LuaBooks. Una historia sobre la muerte y la vida. Mi cita favorita es esta:
– Mamá ¿Papá va a morir?
– Si algo está vivo, lo más seguro es que muera (…)
– ¿Y a dónde va uno cuando muere, mamá?
– A las tierras de la memoria. En el recuerdo de los otros nos hacemos inmortales.
Hace un tiempo he venido siguiendo lo que parece ser una nueva etapa en la vida profesional de Juan Saab, a quien ya había mencionado en este blog. Me gusta mucho saber que estas historias son profundas, así los niños y niñas son tratados como seres ajenos al mundo, enajenados de la realidad o incapaces de comprender temas complejos y sensibles, sino que tan solo son adultos en envases pequeños. Creo que por eso historias como esta conectan muy bien con cualquier persona que se haya enfrentado o se vaya enfrentar a la muerte (es decir cualquiera). Lizandro nos demuestra que cumple sus consejos para escribir cuentos infantiles y además le funciona muy bien, aunque recuerdo un libro que decía «Si hay algo peor que recibir un consejo, es darlo», pero en este caso es muy bienvenido.
Si te fijas en el lenguaje y los temas, cumplen con la promesa que hacen en su sitio web: «libros hechos con respeto y amor«. Creo que son libros que merecen la pena tomarse su tiempo para leer, releer y compartir.
¿Qué te parecen éste o los demás libros de LuaBook?
Brian Knappenberge es el director del documental «The Internet’s Own Boy: The Story of Aaron Swartz». Financió este proyecto mediante Kickstarter. Aaron Swartz fue el joven que se suicidó a los 26 años y enfrentaba cargos por 4 millones de dólares en multas y más de 50 años de prisión por delitos informáticos. También fue incluido en el Salón de la Fama de Internet en 2013.
Biblioteca Nacional de Colombia, Grupo de Red Nacional de Bibliotecas Públicas. (2014). Red Nacional de Bibliotecas Públicas. Red Nacional de Bibliotecas Públicas. Portal. Recuperado 27 de mayo de 2014, a partir de http://www.bibliotecanacional.gov.co/rnbp/
Colombia. Ministerio de Educación Nacional. (2013). Con el «Yipao del Libro», Armenia educa y divierte a niños, niñas y adolescentes. Centro Virtual de Noticias de Educación. Recuperado 26 de junio de 2014, a partir de http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/w3-article-320574.html
Un poco más de diez años después de la primera Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) se realizó el Evento de Alto Nivel CMSI+10, del 9 al 13 Junio de 2014, Ginebra, Suiza. En los eventos de 2003 y 2005 se hablaba de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, donde se esperaba que la fecha límite para cumplir estos objetivos era el 2015, siendo este año una fecha clave en la planeación de los Objetivos y de la Cumbre. La Cumbre plantea las líneas de acción a seguir, debido a que si bien se ha avanzado en estos propósitos, no se han cumplido en su totalidad.
Esta es la charla de Bret Victor titulada The Future of Programming sobre cómo nos acostumbramos a hacer ciertas cosas y no reevaluamos otras posibilidades. Bret nos advierte sobre la pérdida de la creatividad. Es curioso que su presentación se haga en transparencias. Menciona, palabras más o menos, esto:
Nadie sabía lo que era programar, nadie sabía lo que se suponía que debía ser programar, así que lo intentamos todo. Nuestras mentes son completamente libres.
(…) El pensamiento más peligroso que se te puede ocurrir como persona creativa es que creas que sabes lo que estás haciendo, porque una vez que sabes lo que haces, dejas de ver alrededor en busca de otras alternativas. Pierdes la habilidad de ver cómo resolver [ese mismo problema] de otra forma, te vuelves ciego. Te vuelves como estos tipos* codificando en binario, que no veían fortran; les pasaba por encima y ni siquiera notaban que podía ser una forma más poderosa de expresar su pensamiento.
* Al mencionar a «estos tipos» hace referencia a los programadores que se acostumbraron a trabajar de la forma que señala en la diapositiva de la izquierda en la imagen (en binario), mientras que otros programadores se dedicaron a programar en fortran
Cuando estaba en el colegio recuerdo que mi amigo El Gordo (en el colegio uno siempre tiene un amigo al que apodan «El Gordo») me decía que no entendía para qué carajos estudiábamos música, si eso no nos lo iban a preguntar en las pruebas de estado al finalizar el colegio. En su momento le di la razón, pero luego de leer este libro me doy cuenta que el que estaba mal no era mi colegio, sino las pruebas de estado. El prepararnos para obtener buenos puntajes en las pruebas de estado puede hacer que nuestro objetivo como estudiantes no sea crear y fortalecer nuestra ciudadanía, sino responder correctamente cuando nos pregunten cosas en un examen.
Martha Nussbaum plantea que la educación volcada únicamente a la obtención de beneficios económicos está erosionando la democracia mundial. ¿Por qué? Pues porque dejar de lado las artes y las humanidades en la educación hace que perdamos nuestra capacidad de ponernos en el lugar del otro. Además, también afecta nuestra capacidad de ser creativos. Uno de los planteamientos interesantes del libro es que a la larga, el mantener las humanidades nos hace solucionar problemas de formas creativas, lo que en definitiva beneficia a la obtención de beneficios económicos. Es lo mismo que les sucede a los centros culturales: Cuando hay recorte presupuestal, los primeros afectados son los sectores de la cultura, cuando es quizá allí donde esté la solución.
El problema, creo yo, está en no ver el impacto que tienen las artes y las humanidades en el corto plazo. Esto me recuerda el Manifiesto por el ocio humanista. Algo que me ha funcionado bastante bien es pensar mucho los problemas que quiero solucionar. Erick, un compañero de la maestría con quien debíamos hacer un trabajo escrito, me invitó un café para charlar sobre el trabajo. Cuando iba a abrir mi computador para tomar notas, él me dijo «Ahora no prenda eso, primero charlemos». Con el café y dándole vueltas a nuestro problema, empezaron a salir muy buenas ideas. Unos días después nos volvimos a ver sólo para conversar. No tomamos ni una nota. Luego, el texto empezó a fluir sin presión. Ya teníamos clara la idea, lo que nos llevó a escribir con claridades. Esa metodología de trabajo me gustó.
El suicidio del alma
Una cita del texto:
[A]l hacer uso [de las posesiones materiales], el hombre debe tener cuidado de protegerse frente a la tiranía [de ellas]. Si su debilidad lo empequeñece hasta poder ajustarse al tamaño de su disfraz exterior, comienza un proceso de suicidio gradual por encogimiento del alma. Rabindranath Tagore, pedagogo indio, c. 1917
Martha Nussbaum cierra su texto mencionando que la falta de capacidad creativa convertirá (si no es que ya nos convirtió) en meros técnicos con la imaginación atrofiada, únicamente útiles para producir dinero; dejando de lado la cultura, las artes, la democracia y la empatía, sin capacidad para cuestionar la autoridad. Un suicidio del alma.
Luego de este libro creo que a lo que más temo es a padecer un suicidio del alma. La miseria puede ser llevadera, pero no la mezquindad.
Sobre el separador de páginas
Irónicamente usé un billete de $20.000 falso para separar las páginas en mi lectura. Luego de pasar por la Feria del Libro y salir muy tarde de allí, tomé un taxi. Recuerdo que el taxista tenía una camisa de Nacional. Al pagarle con un billete de $20.000 me pidió un poco más de sencillo, como si no tuviera dinero para devolverme el cambio. Encontré el valor justo y se lo entregué. El tipo no me devolvió el billete que yo le había entregado, sino que lo cambió por esta impresión de un billete. No noté que el billete era falso sino hasta el día siguiente.
Leer el libro con este billete me recuerda lo mal que estamos actualmente: No nos importa el otro. Lo que vale es la trampa, «ser más vivo que el otro». Salirnos con la nuestra sin que importen los demás. Ese comportamiento es justo el que hay que evitar. No todo vale y si es así, nuestra alma ya se ha suicidado.
Hace mucho que no escuchaba nada de Björk. No por una razón en especial, sólo escuché el Volta y luego olvidé seguirle el rastro. Me bajé el Biophilia, disco siguiente al Volte y me encontré esto.
Me parece una gran sorpresa sonora y visual. Un video sobre tierra y fuego con mucha fuerza y colorido.
Recibí la invitación a un evento por una lista de correos de profesionales en ciencia de la información, archivistas y bibliotecólogos sobre derecho de autor. Los organizadores son la Mesa de Bibliotecas Instituciones de Educación Superior de Antioquia. Me alegró bastante dos cosas y me entristeció una:
Me alegra saber que hay una Mesa de Bibliotecas Universitarias.
Me alegra la preocupación de las bibliotecas por un tema tan interesante (y álgido) como el derecho de autor.
Me entristece que entre los expertos invitados no hayan bibliotecólogos.
Sobre el evento
Aquí el folleto que recibí por correo electrónico:
Foro MBIES sobre derechos de autor, exterior. Click para aumentar.
Foro MBIES sobre derechos de autor, interior. Click para aumentar.
Será el 12 de Junio de 2014 en Medellín. Las inscripciones fueron hasta el pasado viernes 6 de Junio. Los invitados al evento son Isabel Cristina Piedrahita Correa (abogada), Juan Ignacio Granados Aristizabal (abogado), Carolina María Mejía Osorio (abogada) y el moderadór será Pabro Arrieta (arquitecto -y amigo de la casa-, a quien ya he mencionado en este blog).
Mis alegrías: Las asociaciones y la preocupación por el derecho de autor
Mis alegría provienen de las agrupaciones que se están haciendo. El que haya una Mesa de Bibliotecas Universitarias es una buena noticia para la institucionalidad de las bibliotecas. Ojalá este tipo de mesas tuvieran cobertura nacional. Así es fácil identificar la posición de sectores específicos. Cuando se busque regular el derecho de autor y afecte a las bibliotecas universitarias, ya sabes que en Antioquia hay un grupo de personas a las que les puedes preguntar si quieres crear consensos, a propósito de mi publicación de creación de consensos para la construcción y respeto de normas. Por otro lado, conversando con estudiantes de ciencia de la información sobre asociaciones notábamos que no está clara cuál es la ventaja de asociarse. Una ventaja podría ser tener representatividad. El que un objetivo sea tener representatividad en discusiones sobre derecho de autor y que las bibliotecas sean tenidas en cuenta como un actor en este tipo de discusiones, hace que el grupo se fortalezca. Puede verse la cantidad de instituciones latinoamericanas que participan apoyando una carta para mejorar los diálogos sobre excepciones y limitaciones para bibliotecas, donde Colombia resulta tener una participación de 3 instituciones, siendo el único país latino que apoya la carta. Esto empieza a mostrar una postura de país interesante en el ámbito Iberoamericano.
Mis tristezas: La falta de bibliotecarios expertos en derecho de autor
Tres abogados y un arquitecto serán los encargados de presentar el derecho de autor y su incidencia en las bibliotecas. ¿Por qué no hay profesionales en ciencia de la información entre los invitados?
Esto refleja una de mis preocupaciones en la clase de problemas epistemológicos: ¿Son los expertos en otras áreas quienes construyen el saber de nuestra profesión? Recuerdo que en ese momento, conversaba con José Arias (el profesor de la asignatura) si no resultaba algo paradójico que hubieran pocos profesionales en ciencia de la información con maestrías y doctorados en esta misma área. Mi tristeza en el fondo no es porque en el evento no haya un profesional en ciencia de la información como invitado, sino porque posiblemente tenemos un problema epistemológico y realmente no sabemos si esto nos compete o no, si debemos construir una posición de gremio o no, o simplemente no nos hemos dedicado lo suficiente a investigar sobre este tema y el resultado se evidencia en que los que conocen de estos temas son foráneos a nuestros saberes.
Cómo un colombiano puede hacerle perder la cabeza a un extranjero
Ella pidió que se arreglaran las cortinas del apartamento y Antonio* sería el encargado. Era simple: Desatornillar aquí, cambiar las feas y viejas persianas por un nuevo aparato más fácil de usar, volver a atornillar allá y listo. Tiempo total del procedimiento: 35 minutos, incluida una invitación a tomar café por el arreglo. Han pasado tres semanas y las feas persianas siguen allí. Antonio, el «man» que debe cambiar las persianas ha venido tres veces únicamente a tomar medidas. ¿Cuántas veces tiene que venir a tomar medidas para saber el tamaño de las cortinas?
Antonio es un tipo con mucha suerte. Cada vez que vuelve a tomar medidas, ella está ocupada y quien abre la puerta soy yo. Antonio ha concretado citas con ella en más de tres ocasiones: «Voy el sábado en la mañana», pero el problema es que no le dice qué sábado irá. Además para Antonio «la mañana» va desde las 8 AM hasta las 4 PM.
«Si veo a este tipo le voy a decir que no vino a la hora que acordamos». No estoy tan seguro de que se lo diga. Creo que si lo ve le dará una patada ninja. Haber concretado dos citas y no haber cumplido a ellas sólo puede superar su irrespeto por la falta de no llamar a excusarse. ¿Quién se cree? me reclama ella. ¿Acaso piensa que yo me voy a quedar toda la mañana esperándolo y que no tengo nada más que hacer?
Ayer sábado, Antonio vino. Le abrí la puerta y me dijo nuevamente que iba a tomar medidas. Lo dicho: Tres semanas y las cortinas feas siguen ahí. Lo bueno fue que hoy vino a arreglar unas goteras. No fue lo que le pedimos, pero imagino que piensa que este arreglo suple el otro. Este tipo de faltas no sólo ocurren con los extranjeros, a «Doña Patricia» también la dejaron plantada. En el minuto 6:50 Doña Patricia pierde los estribos: «¿Por qué se tienen que burlas de la gente así?».
El irrespeto a las normas y acuerdos
Para saber más sobre por qué se incumplen las normas he revisado tres autores diferentes. Gregorio Peces-Barba y su libro Ética, poder y derecho, Las Normas de papel de Mauricio García Villegas y Cumplir para convivir, de Antanas Mockus y Jimmy Corzo. En general encuentro que las normas no se cumplen porque no se interpretan como un bien público. Se entienden las normas como algo impuesto por entes externos y no como acuerdos comunes para facilitar las transacciones entre dos o más involucrados con intereses diferentes.
Otra de las razones por las que las normas no se acatan, según el texto de García Villegas, es porque no hay un castigo social. Se entiende implícitamente que quien comete una falta no tiene por qué ser castigado y por eso es más probable que vuelva a cometer la falta. ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros, al ver una falta reclamara por que se cumpliera la norma que creemos que debe respetarse? Si la respuesta es «No reclamo por miedo a que quien falte a la norma tome represalias» quiere decir que los incumplidores han vencido. Quiere decir que la norma no puede hacerse cumplir. Quiere decir que cualquiera puede volverse un incumplidor, pasando por encima nuevamente de nosotros y que ha vencido la cultura del miedo. Es por esto que reclamar es importante. No hablo de grandes reclamos: Si un taxista no te cobra lo que debe cobrarte ¿debes dejarte? ¿Acaso no tienes derecho a pedir verificar la tarifa que te cobran?
La falta de armonía entre ética, poder y derecho
Desde hace algún tiempo me interesan los debates referentes al derecho de autor y su relación con las bibliotecas. He encontrado que las prácticas culturales no van en la misma dirección de las normas. Además, he visto que cuando se busca actualizar una norma no se consulta a las personas interesadas o afectadas, lo que afecta la construcción de una norma consensuada. Si no hay consenso, hay una excusa para irrespetar la norma porque no refleja los intereses de uno o varios de los involucrados.
Hay cierta similitud entre el trabajo de Gregorio Peces-Barba y Antanas Mockus, particularmente tres figuras:Para Peces-Barba los tres elementos son la ética, el poder y el derecho. Para Mockus son la ley, la moral y la cultura. Peces-Barba y Mockus hablan de que las mejores normas son aquellas cuyos tres factores están armonizados de la mejor forma posible. Esto porque nunca se va a lograr una armonización completa de estos tres aspectos. En uno de estos documentos se preguntan si tiene sentido una norma que se cumple totalmente o una norma que nunca se cumple. Por ejemplo: ¿Debemos regular la ley de la gravedad para que se cumpla? ¿Tiene sentido crear una ley de derecho de autor que nadie cumpla?
¿Qué retrasa el desarrollo de los colombianos? Entrevista a Antanas Mockus
Encontré esta entrevista de algo más de tres minutos que es muy diciente.
Ley + Moral + Cultura = Desarrollo. Así empieza esta entrevista. Estos tres aspectos son los que mencionaba en la sección anterior, que aquí se presentan como los ingredientes para que haya desarrollo en Colombia. Aquí algunas frases que quiero resaltar:
El autoengaño es una fuente muy grande de lentitud en el desarrollo.
Lo que más necesitamos en Colombia es confiabilidad, precisión, cumplimiento de los acuerdos.
Los calzones amarillos para año nuevo se venden el 31, no el primero o dos de enero… Entonces cantidad de cosas requieren rigor.
El propio clima, la propia geografía tiene tantos impredecibles que en ese ambientes necesitamos los seres humanos ser predecibles. ¿Qué nos hace ser predecibles? Respetar las normas, respetar los acuerdos.
Una propuesta
Piensa en las normas que crees que deberías cumplir y empieza a cumplirlas. Desde mi clase de ética de la información he tratado de cumplir lo que me gustaría que cumplieran conmigo. Por ejemplo ser puntual con mis citas o entregar trabajos a tiempo. He de confesar que he cometido fallas, que me han costado hasta amistades, pero somos humanos y esto a veces pasa. Entiendo la confiabilidad como un bien que espero ofrecer.
Sobre las normas que me parecen injustas, propongo que se hagan reclamos, se manifieste o se haga explícito de alguna forma por qué una norma no debería cumplirse. Hay que argumentar muy bien para defender la posición propia, pero también hay que estar dispuesto a ceder en caso de perder ante un argumento más fuerte.