Somos la gran chimba de este mundo
Fumamos desde la ventana del quinto piso del apartamento de nuestro colega.
Portamos chaquetas de cuero, camisas a cuadros, jeans ajustados y zapatillas de marca que nos identifican como alguien interesante.
Nuestros lentes de marco grueso y cortes de pelo raro dan fe de nuestra locura y originalidad (que abunda)
Estamos aquí sentados, en este quinto piso, rodeados de instrumentos musicales y recordando las andadas de la academia de artes cobijados por el güaro y melodías post-grunge.
Somos gente elevada, muy común para ser como ustedes pero no lo suficiente como para compararnos con los demás.
Somos el ego de los verdaderos artistas muertos. La imagen de Vougue criolla, los calzoncillos de kalvin Clein en vitrina de Chapinero, los nadie entre los ocho millones más de esta ciudad.
Rondando por una librería me volví a topar con un libro biográfico sobre Jean Giraud. La primera vez que lo vi andaba buscando algo sobre El Teniente Blueberry, en ese momento, según me dijeron, sólo tenían ese pequeño libro que hacía parte de una colección dedicada a otros historietistas e ilustradores reconocidos, ediciones sins entido.
Hace un tiempo había escuchado hablar de Moebius, sin embargo desconocía del todo a Jean Giraud y su dicotomía en su que hacer que lo llevaba a publicar con don seudónimos. Gir y Moebius. Mientras leía sobre sus primeros años, temporada de un logró técnico excepcional en sus ilustraciones, recordé la impresión que me dio el verlo crear uno de sus personajes, hombro a hombro con Hugo Pratt.
http://youtu.be/do-cvwBKfw8
En cuanto a Moebius no conocía mucho, veía algunas ilustraciones sin prestarles mucha atención, sólo las veía algo simpáticas y llamativas. En todo caso no tenía ni idea de lo que significaba para Gir la aparición de Moebius y su estilo muy alejado de lo que se podría esperar de esa primera etapa, lo define como una liberación de los trazos convencionales que se encuentran en Gir.
De Moebius, sin querer, di con una serie animada de su popular Harzak. Aunque la serie animada parecía muy reciente, Arzak vio la luz a mediados de la década de los 70’s en la revista metal Hurlant. Con Arzach lo que se ve es una trama sin pies ni cabeza, historias relacionadas por una narrativa simple que, a mi parecer, abren un mundo a la interpretación y creación de la historia misma por parte del espectador. Un delirio compartido por Moebius. El silencio y la soledad siempre están presentes en cada una de las series, sin embargo no se presentan como algo ligado al sufrimiento o la pena, simplemente están.
http://www.youtube.com/watch?v=cRjRBs52igI
Al final no he terminado de leer aquel librillo, pero no creo que sea por mucho tiempo.
Estuve trabajando para la Editorial Javeriana en varios asuntos relacionados con su estrategia digital. El tema que más me interesa conocer es cómo las editoriales se enfrentan al cambio en su modelo de negocio. Cómo están haciendo para incluir lo digital en un mundo donde el papel era el rey.
En la revista Arcadia, número 84, salió un fragmento sobre la charla ofrecida en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá, el pasado 30 de Agosto de 2012, sobre la estrategia digital de la editorial Random House Mondadori a cargo de Carmen Ospina. Uno de los beneficios que señalan del libro electrónico es la capacidad de rastrear lo que los usuarios leen, no leen, subrayan y demás; a lo que un asistente contesta que dejará de leer libros electrónicos si leerlos significa perder su privacidad.
Me pregunto ¿cuántos amigos tendrá este personaje en Facebook? ¿Con qué frecuencia usará Google (cualquiera de todos su amplia gama de productos)? ¿Hace cuánto que no vacía las cookies de su computadora? El que una editorial conozca qué libro lee, si lo termina o no es una nimiedad al lado de la cantidad de datos que seguro otras empresas conocen sobre él.
En todo caso las editoriales universitarias recientemente recibieron la noticia que debían cumplir una serie de requisitos para Colciencias. Offray algune vez me dijo: «Para un martillo, todos los problemas parecen clavos». A pesar de esa afirmación propuse modificar la arquitectura de información del sitio web de la Editorial Javeriana.
Fue un trabajo a contra reloj. Siempre se puede mejorar y realmente hubiera querido tener más de un mes para adaptar más cosas al sitio web de la Editorial. Nicolás, director de la Editorial en una conversación que sostuvimos me comentó que no era un experto en sitios web, pero que sabía que el sitio de la Editorial no le gustaba mucho.
Antes Sitio web de la Editorial Javeriana antes de su adecuación
Después Sitio web de la Editorial Javeriana después de su adecuación
Luego de hace los cambios necesarios para cumplir los requisitos de Colciencias esperamos el veredicto de los jurados. De varias editoriales universitarias colombianas, tan sólo cinco cumplieron los requisitos de Colciencias. Algunas quedaron en periodo de prueba y otras tantas fueron rechazadas. Me alegra saber que mi trabajo contribuyó a que la Editorial Javeriana fuera una de las cinco que cumplieron con los requerimientos de Colciencias.
Un dicho de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, cuyo cupo depende de un examen de admisión es «Lo difícil no es pasar, lo difícil es mantenerse». La Editorial Javeriana pasó. Ahora hay que trabajar para que se mantenga en esta tormenta que plantea el mundo digital a las editoriales.
El pasado martes 30 de octubre tuve la fortuna de ser invitado a la clase de Ciencia de la información que hace parte de las primes asignaturas del programa homónimo que se imparte en la Pontificia Universidad Javeriana. Para esta clase tenían como invitado a Tomàs Baiget para que les hablara a los chicos de primer semestre (nocturno) sobre su profesión y otros temas a fines y de interés.
La sesión fue interesante, no había nada preparado y la base de toda la charla fue una presentación que traía para otros asuntos titulada El futuro del profesional de la información. De ahí parte esta publicación, en el poco tiempo que duró hablando con nosotros tomé nota de algunos aspectos que atraparon mi atención y que hoy traigo a esta entrada.
Partió desde su trabajo en El Profesional de la Información – EPI y la importancia de la divulgación y el modo en que se difunde la información. Se subraya la importancia del ingles como el lenguaje de divulgación de la ciencia. Y ante todo los demás cambios que esta época han traído a la profesión, «la sociedad no nos marca pautas porque desconoce nuestras nuevas posibilidades». Tenemos que reinventarnos fue el mensaje que dejó de entrada. Parte de esa reinvención de nuestra profesión está en el análisis de tendencias, en ver las necesidades que se están creando en esta era y en las capacidades que tenemos para suplirlas. El problema, en muchos casos, es un problema de actitud y no tanto de capacidad, como profesionales.
Entrando en temas editoriales recalcó la importancia que se debe tener a la hora de presentar la información, es un poco obvio pero es de cuidado, al final esa es nuestra labor. Saber seleccionar y vender la información, qué es lo útil, lo funcional y de fácil comprensión para los otros. ¿Cómo logramos esto? en su momento dio un montón de ejemplos y buenas recomendaciones, al final lo relacioné un poco con la propuesta de los Knowmads como propulsores de la sociedad de la innovación (ver: aprendizaje invisible) ¡Claro! relacionándolo un poco con el rol del profesional de la información y los cambios y los cambios que atraviesa. Los sistemas a los que debe adaptarse, volver a esa vida de nómada en donde la comunicación con los demás grupos en constante movimiento es fundamental, rompiendo con las dicotomías en la realización de labores (todos somos aptos para…) Crear, compartir, intercambiar, vender y por supuesto recibir en las relaciones con los otros.
Cuando nos comunicamos, nos conocemos, sabemos con quién podemos construir qué, nos organizamos. Construimos comunidades, aprendemos. El tiempo voló, se trataron otros temas sobre el ingreso a ISI, y las políticas sobre el embargo, el lío de los derechos de autor y la crisis europea, Open acces, Open data y Linked open data (se mencionaron sin entrar en detalle). Lecciones cortas pero de a pocos algo se irá construyendo. Espero haya sido una buena intervención para los chicos de primer semestre, por lo menos para mí lo fue.
Si usted publica información en la web que quiere que la Biblioteca Nacional preserve, esta convocatoria le podría servir. Los sitios web pueden ser espacios transitorios, la información puede perderse y el depósito legal digital puede ser una forma para que sus nietos consulten sus publicaciones digitales, incluso aunque los sitios donde haya alojado la información haya desaparecido. Por ejemplo: A inicios de los años 2000 muchas personas publicaron sitios web en Geocities, un servicio de Yahoo! que actualmente está cerrado.
No importa el formato (texto, imagen, sonido, video, software…) si es un documento digital, podría ser suceptible de ser depositado.
Se encontró este EP perdido en un mercado de las pulgas. Hasta ahora conseguimos el tocadiscos y el acetato suena de maravilla. Las únicas dos grabaciones que registró Malanga en su carrera. Se lo compró por mil pesos.