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  • La educación y la resistencia

    Creo que ya les he comentado que una de mis lecturas favoritas de @ElPalabrista en sus Lecturas de Tabaquería es La Resistencia de Ernesto Sábato. En la lectura «Educar para la democracia» encontré este fragmento en la página 22:

    (…)Esto implica configurar las escuelas como espacios de resistencia en un mundo caracterizado por la crisis de valores, el autoritarismo y la violencia.

    y éste otro un poco más adelante:

    “[…] la obediencia, el respeto y la disciplina corresponderían a la concepción de valores intrínsecos de la educación en una cultura tradicionalista, mientras que la iniciativa, la creatividad, la libre cooperación, serían propias de una cultura moderna”.

    La referencia de esta última frase es: Joseph María Duart, La organización ética de la escuela y la transmisión de valores,
    Barcelona, Paidós, 1999, p. 27.

    Me recuerda a mi post titulado La resistencia y la referencia al libro Aprendizaje Invisible. ¿Nos educamos para ser obreros de la sociedad industrial o para ser trabajadores de la sociedad del conocimiento?

  • El protagonismo de las bibliotecas a través de los ojos de un despistado

    Mientras revisaba un documento relacionado a la llamada alfabetización informacional y el rol de las bibliotecas frente al uso de las TICs por alguna razón empecé a recordar mi relación con las bibliotecas en distintos momentos de mi vida, desde muy chico hasta este momento en el que me encontré a media noche leyendo sobre el tema estando a un paso de ser profesional en esta área…

    Las letras que se plasmarán a continuación serán parte de una reflexión temprana y sobre la marcha del texto. ¿Cuál ha sido el papel de las bibliotecas en estos 22 años de descubrimiento y aprendizaje?

    El primer recuerdo que cargo de una biblioteca llega a una escuela rural situada en una vereda la cual su nombre he olvidado a las afueras de Fusagasugá, Cundinamarca. Lo primero que pregunté fue ¿qué es este lugar? mientras acompañaba a mi mamá a sacar unos cuantos textos escolares de un cuarto pequeño, húmedo, con un par de estanterías y un montón de cajas apiladas. El cuarto permanecía bajo llave, también guardaba un computador que no tengo claro si lo vi alguna vez en funcionamiento o sólo  como un chechere más de la habitación, seguro producto de alguna ONG.

    Más adelante, cuando inicié mis estudios en la escuela primaria escuchaba a los más grandes hablar de reunirse en la biblioteca, me parecía un lugar más bien extraño en dónde sólo podías entrar cuando se fuera más grande y se estuviera en un grado académico más alto. En esos años teníamos un estante en el salón en donde se dejaban los libros y demás útiles de trabajo para el grado que se cursaba(se incluían colores, tijeras, temperas, el tarro de los punzones, pinceles, pegamento y un delantal). Al finalizar el año cargábamos con todos esos útiles sobrantes y los libros a casa, trabajo pesado aquel.

    Mi lugar de castigo, de adelantar (o copiar) trabajos y de no poder reír o molestar con mis amigos llegó en los años del bachillerato. Era el lugar menos llamativo del colegio. El bibliotecario media más de 1.80cm y tenía un rostro duro, una espalda ancha y un humor de los mil diablos; fuera de los gritos de silencio y reclamo a los estudiantes no le escuche una palabra en un tono moderado o en una conversación. La biblioteca hacía parte de una sola sala. Gran parte de ella estaba ocupada por mesas unidas en forma de «U» y sillas, uno que otro pupitre; una parte pequeña estaba ocupada por estantes y el escritorio del bibliotecario. Los estantes se encontraban bajo llave, la única vez que pedí libros fue para llevarlos a clase, me los entregó luego de ver la nota de la profesora que los solicitaba. Textos básicos sobre ciencias sociales, ciencias naturales, matemáticas y atlas geográficos.

    La primera vez que visité la biblioteca pública del pueblo fue en ese mismo periodo, para hacer algún trabajo. Me gustaba ir a ese sitio porque quedaba en un parque algo oculto que unía la sede del SENA y la casa de la cultura en donde se veían siempre personas tocando algún instrumento musical o dibujando o haciendo piruetas en la hierba. Bueno, entrando a la biblioteca ya las cosas cambiaban, era como en el colegio pero algo diferente; la bibliotecaria era más amable se veían estanterías móviles lejos del público y unos estantes fijos con libros de referencia. Fueron pocas las visitas que le siguieron a esa biblioteca de mi parte. Luego llegó Encarta y una filtración de una clave para acceder a internet, en el colegio eramos muy pocos los que nos entreteníamos hablando sobre el ruido que hacía el equipo al tratar de conectarse y la información que encontrábamos, principalmente sobre temas de anime, animaciones en flash, juegos e información sobre grupos musicales y páginas con información para resolver los trabajos académicos.

    De bibliotecas nada, se mejoró la conexión a internet llego la banda ancha y ya el ruido en el teléfono para acceder a la red fue desapareciendo, ya era más rápido. Youtube me molestaba por la poca cantidad de vídeos que tenía, la mayoría en ingles y poco entendía. Soulseek  fue la luz, compartir información a cambio de información de tu interés. Música, Comics y charlas con gente de muchos lugares con gustos distintos o afines y muy variados puntos de vista, era lo de todos mis días. Se aprendió mucho pero lo dejé cuando entré a la universidad, curiosamente a estudiar Ciencia de la información bibliotecología. Accidentes, todos los tienen pero cada cuál ve cómo arreglárselas.

    Durante los años como estudiante de Ciencia de la información — Bibliotecología se vió y se pasó por todo. Buenos y no tan buenos docentes, brechas de conocimiento, cambios en los modos de hacer con o sin tecnología. Pasar de la prohibición en el uso de Wikipedia a citarla en los trabajos de último semestre… En fin. Entre estos cambios el que más recuerdo es el paso que dio la biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J. de restringir las redes sociales (desde 2007-8 o antes, que recuerde) a hacer convocatorias y promociones a través de las mismas del 2010-11 para acá… En realidad es muy poco tiempo; me preguntaba ¿sería una moda? si ahora todo se mueve por redes sociales, ¿por qué tardarían tanto? Lo curioso es que no fue la única, todavía hay bibliotecas que ni siquiera le brindan acceso a internet a una comunidad ¡por considerarlo un riesgo!

    Poco a poco las bibliotecas han ido adaptándose a los cambios que las tecnologías han traído, y aunque fue tardía mi amor hacia estos recintos, ya llegando al final de este capítulo quiero ocuparme más de la interacción entre las personas y la información y el fortalecimiento a estos espacios comunes y disponibles para toda persona curiosa y ávido de información y conocimiento. Las bibliotecas todavía tienen sus retos por superar y es necesario que toda la comunidad involucrada en ellas, desde los profesionales de la información hasta el más joven lector, piensen, interactúen y transformen estos espacios de encuentro e intercambio de saberes comunes. Y como se diría a trabajar y si es el caso ¡luchar por lo nuestro!

     

  • Privacidad en la red e intercambio de comunicaciones

    Ésta es la charla de Malte Spitz en Ted, titulada «Tu compañía de teléfono está observando«.

    En esta charla habla de OpenDataCity y de esta visualización de cómo rastrean su ubicación física a través de su teléfono celular llamada Tell-all telephone. Allí se registran los movimientos de Malte durante el 31 de Agosto de 2009.

    Otro ejemplo de visualización de interacciones en la red es la ya conocida «Interacciones entre usuarios #15M». Allí se dió el Movimiento del 15 de Mayo en España.

    Cuando empecé como desarrollador web hice un administrador de contenidos que permitía la creación de cuentas de usuario. Cada usuario accedía a su cuenta a través de una contraseña, como cualquier servicio web. En ese entonces opté porque las contraseñas se guardaran cifradas en MD5. Ningún usuario podía acceder a las contraseñas, pero yo podía acceder a la base de datos que contenía toda la información de los usuarios. Al usar MD5, si un usuario usaba una contraseña como «Mipassword» en la base de datos yo veía algo como «4be897d303e7ed7d6efdabb7a22d5a75», que es la misma palabra, pero cifrada con MD5.

    Encontré este sitio para cifrar y descifrar las contraseñas en MD5. No lo he probado pero me pregunto: ¿Cuántos administradores usan cifrado para sus usuarios? Si un usuario usa su mismo nombre de usuario y contraseña para los diferentes servicios en la web, podríamos pensar que si creas una cuenta en un sitio, ese sitio tendría tu nombre de usuario y contraseña para todos los demás servicios ¿O no?

    Si pidieras usar una ley como habeas data ¿Hasta dónde podrías solicitar la modificación o el borrado de tus datos? ¿Existe el olvido en Internet?

  • El porvenir de las bibliotecas colombianas

    Hace un tiempo departía con un colega y amigo sobre este instante como un momento en el que todo puede pasar en el medio de las bibliotecas colombianas. Cambios y llegadas de leyes que pueden o no afectar su labor, el papel de las tecnologías que permean las actividades cotidianas de las personas y cómo esto se ve, o no, en el qué hacer bibliotecario.

    Los temas nunca sobran y sería muy interesante poder discutirlos todos con muchas más personas, generando más ideas y nuevas discusiones. Esta vez me interesa hablar sobre los que puede pasar son la poca amparada legislación para bibliotecas en los temas sobre derechos de autor, el préstamo de materiales y el acceso a internet.

    En el primer caso, los derechos de autor, son un tema que ha rondado frecuentemente por este espacio pero que afuera son muy pocos los profesionales conocedores (entre los que me incluyo) y muy pocos los interesados en investigar y debatir este tema para lograr equilibrios entre la ley y la actividad bibliotecaria. Esto nos lleva a pensar sobre lo que pasa con los servicios de información que brindan las bibliotecas y lo que se comento anteriormente con el caso de la Biblioteca de la Universidad de los Andes y la ligereza con que se aborda el tema legal en otra biblioteca universitaria importante de la región.

    Se ha visto que los servicios de información pueden ser limitados por medio de acciones o notificaciones legales que los acusen de ser actos de piratería, así podría recordarse también la publicación que realizó Orlando Melo en su pagina web sobre el préstamo de material bibliográfico y la escandalosa nota de todos los derechos reservados en una de las recientes obras del afamado Gabo. No son problemas de hoy pero si no hacemos algo ¿qué será del mañana de las bibliotecas?

    Con respecto al impacto de la tecnología en el medio y los truenos y ecos de las leyes sobre internet. Para las bibliotecas los temas que pueden verse afectados y se creería deberían discutirse son todavía muchos. Qué será entonces del acceso libre a la información por parte de cada ciudadano, el deposito legal digital, la investigación y uno de mis favoritos, la formación de y para la comunidad, de ese aprendizaje que se adquiere fuera de la escuela y que muchas veces la biblioteca es un buen lugar para lograr buenos resultados; si se cuenta con el espacio, la información, la tecnología y los expertos que van y vienen con sus muchos y variados temas, como un usuario más.

    Bueno, para no extenderme tanto sabrán que hay mucha tela por cortar y también sería bueno pensar ¿qué puede ser cortado de esta voz del pasado si en algún momento todo lo que conocemos y usamos hoy se ve limitado y restringido en un mañana?

     

  • Reading Kill

    Andando por la web pasan cosas, este vídeo me pareció interesante y quise compartirlo. Espero que no llegue la muerte por navegar constantemente, o por compartir…

  • La Biblioteca: En construcción… constante

    Recientemente me he topado en la web con artículos que hablan sobre la muerte y el renacer de las bibliotecas, en estos tiempos con la llegada de los libros electrónicos y todos los demás cambios vistos en la era de lo digital. Se habla de brazos robóticos que suministran el material a los usuarios, sistemas de geoposicionamiento para libros y usuarios y descargas constantes de información a través de dispositivos móviles, un receso de lo físico y poca letra impresa… ¿y los bibliotecarios a un lado? Por supuesto que no.

    Lo que realmente me atrae son los títulos que llevan estos artículos: ‘They’ll be reborn’ What does the future hold for libraries? y el segundo In the future libraries may die, but they will be reborn. En ellos se menciona los posibles cambios que se le avecinan a las bibliotecas y como el rol del bibliotecario no desaparecerá, sólo cambiará de nombre pero su actividad seguirá, ahora más que nunca siendo apremiada. Evaluar y presentar la información pertinente y relevante para el desarrollo de las actividades de una persona o comunidad.

    Sinceramente no creo que las bibliotecas estén muriendo, me parece más que se debe (o debería) estar preparando para un cambio, una nueva etapa, cómo la imprenta lo fue alguna vez. Las tecnologías seguirán llegando como nuevas herramientas de construcción, las bibliotecas y bibliotecarios deberán estar atentos a aprovechar esas herramientas no como un fin sino como un medio para continuar con su labor, crear y mantener comunidad.

     

  • Las batallas del Copyright

    The battle of Copyright, vía flickr por CHRISTOPHER DOMBRES
    The battle of Copyright, vía flickr por CHRISTOPHER DOMBRES

    Esta imagen es un reflejo de lo que le está pasando al dominio público: Cada día está más debilitado. Recuerdo haber leído en Por una cultura libre que si el tiempo que debías esperar para que una obra entrara en dominio público se mantuviera como en 1920, justo ahora las canciones de los Beatles serían de dominio público.

    En Colombia, la aprobación de la Ley 1520 aumentó la cantidad de años que debe esperarse para que una obra publicada por una persona jurídica entre en dominio público. ¿Quién se encarga de fortalecer el dominio público en las modificaciones que se están dando en el mundo a las leyes sobre derecho de autor?

  • Air y El viaje a la Luna

    Air – Le Voyage Dans La Lune from Alix on Vimeo.

    Este es el séptimo disco de la banda francesa Air. Usan la película El viaje a la Luna, la película de cine silente de Georges Méliès de 1902. La película era en blanco y negro, pero se restauró agregándoe colores y la banda sonora del grupo francés.

    Llegué a él gracias a Radioheadgirl.

  • Super Mario Bros en Post it

    [youtube:http://www.youtube.com/watch?v=rblKaYJqMXs]

    Encontré esta animación de uno de mis videojuegos favoritos. Un remix que vale la pena compartir.

  • Chōjū-jinbutsu-giga

    Éstos dibujos son de los primeros mangas de la historia. Se llaman Chōjū-jinbutsu-giga.
    Chouju swimming

    Chouju sumo

    Chouju thief

    Chouju monks

    Chouju lilypad

    Chouju lions

    Chouju sumo

    Chouju tugwar

    Chouju prayer

    Chouju3rdscroll animals