Éste adhesivo hace parte de la serie Nuevo orden mundial. Hasta ahora pienso en las vacunas como algo químico que te meten en el cuerpo para controlarte. Siendo un poco paranoico pensaba en los transgénicos como algo bastante malo, pero llevarlo a las vacunas me hace sentir realmente mucho peor.
Recuerdo un sentimiento parecido cuando escuché sobre un trabajo de grado de una ingeniera química de la Universidad Nacional de Colombia. Me contaban que su trabajo consistían en comprobar que la bienestarina, alimento que se suministra a «(…) los grupos más vulnerables como los preescolares de 1 a 6 años, a los adolescentes de 12 a 18 años, a las mujeres embarazadas y a las madres lactantes» tenía componentes químicos que influían en la esterilización de quien la consumía, para evitar que tuviera hijos.
Si lo piensas por un segundo es una sutil forma de controlar la pobreza, aunque algo macabra. Nunca he buscado el trabajo de grado en cuestión. No sé si es una historia o si en realidad se han hecho estos cuestionamientos pero ¿Qué tal que así fuera? ¿Qué tal que funcionara igual con la vacunación?
Me recuerda una película que me encanta y de hecho la recomendaría, para completar esta historia: EL jardinero fiel
Ésta es una serie de adhesivos que encontré por el centro de Bogotá. El primero lo ví en el Parque Nacional. Casi no lo fotografío porque no le encontraba el sentido. Ver la obra en su conjunto te advierte algo: Ten cuidado, puede que ya estés en sus manos.
Un raro sentido paranóico me hace hablar de «ellos» pero ¿Quienes son? ¿Seremos nosotros mismos? Buscando Nuevo Orden Mundial en Wikipedia hablan de una teoría de conspiración, hecha para que unos pocos sectores elitistas gobiernen.Según Wikipedia, esta teoría tiene una mayor expresión en Estados Unidos. ¿Estaremos bajo una maligna influencia sin notarlo?
Me encanta ésta intervención porque aprovechó muy bien el entorno. Me parece un árbol con los brazos arriba. La sensación de las ramas moviéndose cuando sopla el viendo es similar a alguien moviendo los brazos, estirados hacia arriba.
Al final lo que vale es que dejes una huella. Al final del libro El código 2.0 de Lawrece Lessig la reflexión es que el futuro está en nuestras manos. Hay que hacer algo. Cuando Lessig habla del futuro, habla de la manera cómo el gobierno cambia nuestras vidas. Él habla de cambiar leyes o adaptarlas. ¿Nos quedaremos maldiciendo el sistema o haremos algo por cambiar las cosas? Nada es pequeño. Nada sobra.
Tuve una primera intervención muy tímida. Ojalá pudiera hacer más, pero lo más difícil fue empezar. Luego todo fluye.
Pinta algo ¿Qué te gustaría decir? No tiene que ser elaborado. Se me están ocurriendo algunas cosas.
Una frase recurrente es «Odio el sistema». Tengo recuerdos de análisis de Walter Benjamin, a quien le atribuían frases de acabar el sistema desde adentro. Para mí la maldita máquina es eso que nos chupa la vida, nos vuelve entes consumistas. Nos hace seres inertes, oblogándonos a sonreír mientras nos roban.
Esta pinta está a la entrada de un Café Valdés. Un sitio que podría considerarse parte de la máquina.
Cerca del 2005 esténcil explotó en Bogotá. Los primeros trabajos que identifiqué fueron los de Excusado Printsystem. El pájaro Muerto, RatSon, Saint Cat y Stink Fish eran mis nuevos héroes. Con mi primer sueldo me compré unas latas de pintura, hice éste diseño en paint y salí con El Viandante a pintar.
El muro en el que se dibujó ya no existe. Lo convirtieron en un edificio residencial. Esta pintura también la hicimos en un colegio de monjas y en la Iglesia del centro de Fusagasugá. Al parecer a los religiosos no les hizo mucha gracia, porque en cuestión de horas los borraron.
Me parecía una linda dicotomía. Lástima que los católicos no la aprecien. No volvimos a pintar más, pero ojalá haciendo estas cartografías me anime a hacer unos nuevos.
De estos stickers si recuerdo bien la ubicación. Estaban muy cerca de la Torre del Cable en Manizales. Hay una burla a la W Radio, algunas cervezas bogotanas, uno de «Pogo 100% diversión» y curiosamente hay uno de fútbol neozelandés. ¿Qué tal el de bo-vote?
Salí a caminar por la Avenida Santander, empezando por la Torre del Cable, en Manizales. Un par de calles más adelante encontré este luchador. No conozco nada de su autor, sólo que hizo un muy buen trabajo. No estoy seguro que la ubicación sea esa, pero es lo más aproximado que recuerdo.
Este pájaro fue dibujado hace cierto tiempo en un edificio abandonado, no tenía rejas. Luego, el edificio tuvo algunas modificaciones y ahora está funcionando. Frente al grafiti pusieron una reja y ahora el pájaro está enjaulado. Si no estoy mal el pájaro es de Bastardilla. Encontré un pájaro similar en este flickr
¿Por qué escribí el post sobre eventos cerrados? Porque he trabajado en bibliotecas digitales y he visto que se necesitan infraestructuras de información sostenibles. ¿Podría llamarse arquitectura de información sostenible? No lo sé, es lo primero que se me ocurre mientras escribo esto. El problema se da cuando se realizan documentos que únicamente pueden ser consultados bajo condiciones específicas. En el caso de la biblioteca digital la restricción se da por derechos de autor: Si no tienes permisos para que el documento se pueda publicar, no puedes ponerlo a disposición de tus usuarios. En ese caso ¿Para qué trabajar en algo que después no vas a poder usar?
Igual pasa con los eventos cerrados. Su primer argumento es que el Día de la Usabilidad publicó las memorias de su versión 2010 y 2011 en el Slideshare de Usarte. Como usuario no encontré las memorias del evento del 2011 y puedo ejemplificar aquí perfectamente a lo que me refiero con infraestructuras de información cerradas: ¿Dónde puedo encontrar la presentación de Angelo Laverde realizada en el evento de 2010? Ojalá que cualquiera (que no sea Angelo, por supuesto) encuentre en el sitio del Día de la Usabilidad o en su Slideshare dicha presentación. Cuidado, porque el evento en 2010, de donde salió esta presentación fue gratuito, pero eso no quiere decir que sea libre. Mi comentario de infraestructuras cerradas apunta a que además de poder obtener las cosas gratuitas en lo posible, si es imprescindible que las cosas puedan remezclarse y se puedan realizar obras derivadas a partir de estos trabajos. En caso de conseguir la presentación del señor Laverde ¿podría modificarla para hacer una presentación mía, basada en la suya?
El segundo argumento que encuentro es que no sé nada de logística. Que ellos, a diferencia mía, si han organizado eventos y no tengo ni idea de lo duro que es organizar un evento. Tienen toda la razón. Yo no soy un buen logístico y organizar eventos no es algo que me apetezca. En lo que si trabajo es en la creación de infraestructuras de información y en mi escrito revelo mi preocupación porque estas infraestructuras pueden convertirse en espacios no inclusivos. Como ella misma dice: «Aunque siendo fieles al principio de usabilidad: la próxima vez será mejor «prevenir un error que recuperarse de él«.» Si mi escrito puede servir para prevenir algo del evento que aún no se ha realizado ¿Mejor que mejor o no? Mi presencia o ausencia no marcará una gran diferencia, pero si anoto que puede marcar la diferencia para los de mi tipo, aquellos que por ésta u otras razones no asistirán al evento.
Recuerdo haber leído una primera versión de este texto, que al parecer fue editado con el tiempo, donde me llamaba «Diego Ramírez», invitaba al evento el 11 de febrero (en vez del 10, cuando se realizará) y donde mencionaba que en el 2005 eran 15 personas las únicas que se reunían para discutir de este tema. Me alegra mucho que se puedan corregir estas imprecisiones, no importan estos errores, pero aún se mantiene su afirmación de «pasamos de 15 personas en 2005 a 320 asistentes en 2011» donde continúa afirmando que únicamente 15 personas en 2005 trabajaban estos temas. Si la Universidad Javeriana tiene un área completa de arquitectura de información (que consta más o menos de 8 asignaturas relacionadas con el tema, donde ves una cada semestre casi que hasta graduarte) que estaba en funcionamiento incluso en el 2005 ¿No se están legitimando argumentos basados en la deslegitimación de otros? Cierra su argumento con la frase «Colombia cuenta con la fortuna de tener sólidas comunidades entorno a temas tecnológicos, pero no todas podemos funcionar igual.«. ¡Exacto! No todos se inscribieron en esta universidad o en cualquier otra que brindara espacios de participación y discusión sobre el tema. ¿El evento en cuestión apunta a institucionalizarse de la misma manera que una universidad? ¿Qué pasa con los 15 del 2011 que discuten el tema pero no les interesa asistir al evento? Como dice Andrés Lara «Mi opinión sobre eso es que en un país que apenas está creciendo en estos temas debería ser gratuito todas las conferencias». Tal vez la solución esté en crear microeventos más baratos e inclusivos que en buscar patrocinadores para cubrir tiquetes de avión, carpetas, esferos y demás.
Tal vez mi evento soñado sea como el Learning, Freedom & the Web que a propósito incluyen un manual sobre cómo realizar tu propio festival. En este documento hablan del aprender haciendo. No incluir en el evento conferencistas magistrales, sino agrupar a un equipo humano que desarrolle un proyecto. Cito nuevamente a Natalia: «somos MUY pocos los que nos dedicamos a esta disciplina formalmente, pero donde son MUCHÍSIMOS los que están interesados en aprender.» y más adelante menciona algo «(…)de la crítica constructiva y del «yo participo»«. Con este tipo de eventos, como el de Mozilla empiezo a cuestionarme: ¿Qué nivel de participación se puede dar en un auditorio donde los participantes se dedican a recebir información? Si las buenas cifras de Natalia se mantienen (15 en 2005 – 320 en 2011) la ronda de preguntas al final de cada presentación va a dejar a mucha más gente con menos oportunidades y tiempo de participar. Sólo sueño un poco: ¿y si en el evento trabajáramos un proyecto entre todos y uno de los participantes es Louis Rosenfeld (El del libro del oso polar) no sería genial? No alcanzo a imaginarme cómo sería su organización, pero es algo que me gustaría explorar.
A modo de conclusión
Me encantó que este tema hubiera generado debate dentro y fuera de internet. Ojalá pueda discutirse en el evento del 10 de febrero de 2012 en Bogotá. Ojalá quienes asistan nos puedan contar a los que no vamos las conclusiones que sacaron allí y si se generó algún espacio de discusión público, por ejemplo en internet para que de paso quede documentado, para hablar del tema.
Pido disculpas si en algún momento pude sonar grosero. Mi intención no es hacer crítica destructiva y por eso he contestado a todos los comentarios que han salido de diferentes lugares. Me duele que esta discusión se haya tomado a modo personal y en ciertos momentos me ofende haber recibido correos hirientes. Creo que la mejor solución para eso es la discusión abierta.
Agradezco a quienes se tomaron el tiempo de comentar, discutir y difundir esto. Sobre todo gracias a Héctor y Natalia por organizar este evento. Sin su iniciativa la discusión sería mucho más incipiente. Aprovecho para agradecer a Angelo Laverde por lo mucho que aprendí de él, trabajando a su lado como arquitecto de información. Los tres son excelentes personas y admiro sus trabajos. Discrepo de algunas cosas, pero es una mera discusión profesional, nada tiene que ver con ellos como personas.
Propongo que como el evento no se ha realizado aún se incluyan algunas discusiones sobre este tema y otro que se me ocurre: Profesionalización de la arquitectura de información. Si bien una parte de mi trabajo incluye arquitectura de información, soy un profesional en ciencia de la información. Hay algunas diferencias, pero esta discusión deberá darse en otro espacio.
No confundir lo libre con lo gratis. También recibí críticas diciendo que sólo asistía a eventos gratuitos. Andrés Lara realizará un evento en Popayán. Tuve la fortuna de ser invitado y aunque no pague los $25.000 COP del día de la arquitectura de información en Bogotá, con gusto pagaré los gastos del viaje para estar en Popayán. No es cuestión de dinero, es cuestión de libertad.
Espero no ser radical con el tema de la cultura libre, pero como dice Natalia: Hace falta una cultura del «yo participo». En este caso participo de la cultura libre.