Categoría: Viandadas

En esta sección encontrarás publicaciones sobre la cotidianidad, pero que de alguna forma se relacionan con la ciencia de la información.

  • Libertad de información

    Procesos públicos transparentes, conocimiento y reconocimiento de la sociedad es lo primero que se me ocurre al pensar en «Open information». Pero también investigando un poco me topé con otros términos que, o bien podrían ser sinónimos o bien me hace falta revisarlos y aprender más de ellos, por ejemplo Open data y Open Knowledge aunque de lejos se ve lo que tienen en común, sea dato, información o conocimiento, la idea es que esté disponible para su revisión y uso por cualquier persona.

    Me pregunto sobre la importancia de la privacidad de los datos, qué los regula o cómo se debe usar. Explorando un poco se puede ver que la legislación colombiana toca estos temas en la Ley 190 de 1995 artículo 51 la cuál dice que:

    «Con fines de control social y de participación ciudadana, que permitan vigilar la gestión pública, a partir de la vigencia de la presente Ley, las alcaldías municipales y distritales y las oficinas o secciones de compras de las gobernaciones y demás dependencias estatales, estarán obligadas a publicar en sitio visible de las  dependencias de la respectiva entidad, una vez al mes, en lenguaje sencillo y asequible al ciudadano común, una relación singularizada de los bienes adquiridos y servicios contratados, el objeto y el valor de los mismos, su destino y el nombre del adjudicatario, así como las licitaciones declaradas desiertas.»

    También se encuentra la Ley 57 de 1985 la cual ordena la publicidad de los actos y documentos oficiales.

    Si bien existen los casos y practicas dadas por países desarrollados es inevitable pensar si en un país como el nuestro se debe replicar las experiencias y modelos del exterior o preocuparse por llevar un trabajo en paralelo que abarque temas formativos e informativos con las comunidades que conforman al Estado y los procesos de apertura de datos e información.

    ¿Debido a la avalancha de información, se podría llevar a la sociedad a un estado de desinformación total? Esta pregunta si bien la podemos responder más adelante deja todavía más dudas si contamos con todo lo relacionado al tema de gobierno en linea. ¿Estos planes tienen en cuenta las condiciones de toda la población en cuanto a acceso y uso de la información?

    Creo que al involucrar estos temas se puede apreciar mejor el papel de los profesionales de la información (bibliotecólogos, archivistas, documentalistas…) y el gran reto que tienen en cuanto a la creación de sistemas de información adecuados que puedan cubrir las necesidades y oportunidades de acceso y uso de la información de cada sector social.

  • Biblioteca, producción cultural e ilegalidad

    Las bibliotecas son un elemento clave en el desarrollo, difusión y preservación de la cultura de una sociedad; en ellas las personas pueden encontrar la información necesaria para el desarrollo de sus actividades y satisfacer sus necesidades de información. En ellas se encuentra todo tipo de materiales para cumplir con esta labor, desde los textos clásicos de la literatura, muchos de ellos en dominio público, como también las últimas publicaciones de los autores más reconocidos en el medio.

    En 2004 aparecio en el mercado «Memoria de mis putas tristes» de Gabriel García Marques  y con esta publicación una nota de editorial en donde se especificaba que «queda prohibida la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público«. Entonces, lo que nos dice la anterior nota es que las bibliotecas, en su quehacer, están infringiendo las normas referentes al derecho de autor.

    Lo anterior lo encontré en una publicación de Jorge Orlando Melo titulada Leer en biblioteca: ¿derecho o concesión? en donde se profundiza este caso en particular, además del documento de Carolina Botero y Julio Cesar Gaitán: Lo que se hereda no se hurta. En estos textos es interesante la problemática que se genera sobre el uso de los contenidos culturales y la legislación sobre dicho uso. Es común encontrar que las leyes o pueden resultar ambiguas o excluyentes, como en el caso de las minorías.

    Me inquieta la idea de que si bien en las leyes ( como la ley 23 de 1982 sobre derecho de autor) se menciona a las bibliotecas, existen aún estas inconsistencias. Aunque se asegura que las bibliotecas no podrían someterse a ningún tipo de demanda por parte de un autor o editorial, tampoco existe nada que la proteja en caso que de suceda. ¿Se imaginan el cierre de las bibliotecas por tratar de preservar y difundir la herencia cultural de una comunidad?

    Quiero compartir un vídeo que encontré y relacione con un fragmento del documento Lo que se hereda no se hurta sobre las licencias alternativas de derecho de autor, el dominio público y los peligros de su indebida «apropiación».

    http://blip.tv/file/1609763

  • Dominio púbico y acceso al conocimiento

    «La sociedad reutiliza, reinterpreta y reproduce continuamente material en el dominio público y desarrolla, de esta manera, nuevas ideas y produce obras.«

    En la “Carta del dominio público de Europeana” Se menciona la importancia del acervo cultural como base de la creación de nueva información y conocimientos en la sociedad. Actualmente las bibliotecas son una buena fuente de acceso a información de dominio público de una determinada región o país, pero si vemos la fuerza de la tecnología y las redes de comunicación que nos han conectado a nivel global veremos que ese acervo es muy amplio, ya no sólo podremos acceder a las rondas de Pombo o a los clásicos. Nuestra formación y apropiación cultural se ha expuesto a una mezcolanza mundial, nuestros referentes culturales son más amplios y muchas veces restringidos.  ¿Qué pasa cuando quieres mostrar o representar una realidad (o ficción) con elementos comunes a todos y las leyes te lo impiden? (Ver: Air pirates)

    Es interesante la iniciativa de digitalizar las obras de dominio público para uso público. He sabido que en países como el nuestro ese tipo de iniciativas existan en pequeña escala y con poca divulgación; los costos de realización como el interés y los criterios de selección de los contenidos es algo que pasa a la ligera o que sencillamente no se entiende y pasa a ser un tema de una prioridad.

    Por otro lado también nos encontramos con un factor que genera un gran contrapeso a lo referente al dominio público y que tiene que ver con el aspecto legal. Como se muestra en los distintos documentales sobre el tema como: ¡Copiad, malditos! o Rip: A remix manifesto los años para que una obra pueda pasar a dominio público se ha ido ampliando en los últimos tiempos; ¿de qué sirve estar rodeados de información y diversos referentes culturales si son inalcanzables para el desarrollo de nuevas formas culturales? los interese de grandes industrias y el poco conocimiento a la hora de implantar leyes sobre derechos de autor que desconocen la importancia de lo que implica el flujo de información y nuevos conocimientos seguramente nos condenarán a un atolladero cultural.

    Aunque nos queda bastantes elementos que se encuentran en dominio público para generar nuevos contenidos o actualizarlos y mezclarlos siempre tendremos presente el fantasma de W. Disney. ¿Cómo evitar que se vuelva a encerrar elementos del dominio público tras las puertas de la industria? Tal vez  la respuesta se encuentre en la labor de Lawrence Lessig o Richar Stallman y ojalá un montón de profesionales de la información que se desprendan de las limitaciones del pasado y vean las necesidades de información en el presente-futuro.

  • Convergencia: Sociedad civil, espacio público y TICs

    A continuación el documento sobre el primer módulo de la clase Sociedad Civil y Bibliotecas Públicas

    Convergencia

  • Sobre el libre acceso en las Bibliotecas: internet y otros demonios II

    Continuando con el tema sobre libre acceso a la información en bibliotecas y los nuevos mecanismos de participación generados, y propiciados, por las personas a través del uso de Internet, retomaré algunas ideas de la publicación anterior pero esta vez intentaré guiarlas un poco más hacia el tema de derechos de autor en el entorno digital.

    Últimamente se ha visto una fuerte confrontación entre los ciudadanos que buscan espacios para compartir, comentar, crear y no menos importante mezclar contenidos en la web; y aquellas personas que son dueñas de esos contenido o tienen algún poder legal sobre los mismos y no comparten esas mismas ideas. ¿No les molesta las notificaciones sobre contenidos inaccesibles en tu país? Pero… ¿Podrías ubicar a tu país en este mapa?

    Puede ser un poco complicado. Al parecer son otros vientos los que nos impulsan mientras navegamos por la web. Los cambios en la forma y el diseño de las arquitecturas que hemos empezado a construir no están elaborados de acuerdo a los que la industria en general han venido trabajando por lo menos el último siglo. Para aclararnos un poco las dudas y poder ver un poco el panorama de este asunto  una de las lecturas recomendadas para la clase de Sociedad Civil y Bibliotecas Publicas (#socibipu) fue La problemática de los derechos de autor en internet que si bien nos da algunas luces sobre este asunto, también, deja muchas dudas sobre cómo se debe tratar el tema.

    Es, sin duda, muy interesante la pregunta que se plantea en el escrito: ¿Es aplicable la regulación del derecho de autor en materia de Internet,o, por el contrario, es necesario crear un nuevo marco jurídico que lo regule? Por supuesto, los derechos de autor se deben respetar, pero es de cuidado el querer aplicar la regulación vigente sobre derecho de autor al entorno actual (y futuro) de Internet. Por eso también es pertinente preguntarse ¿hasta qué punto es bueno mantener normativas estrictas de control que, con el progresivo avance de las tecnologías, rápidamente quedarán obsoletas? o mejor ¿no han quedado obsoletas ya  y es necesario optar por un cambio que genere mutuos beneficios? ¿A caso los intereses son otros? Lo que me recuerda un correo que recibí hace poco con un título muy llamativo: Derechos antes que permisos.

    Un buen recurso para adentrarse en el tema es el documental ¡Copiad, malditos! que también fue un recurso proporcionado en clase. La idea es simple y alarmante ¿con qué autoridad te pueden privar de tus derechos y qué puedes hacer para hacerlos valer? Es el caso de las notificaciones de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el cobro por el uso «inadecuado» de material protegido con Copyright y derecho de autor. No es malo recordar la pregunta ¿es bueno replicar o mantener las estructuras del pasado a los entornos creados en el presente y que se encuentran en un continuo cambio? No lo creo.  ¿A costa de qué o quién perderemos nuestra libertad de manifestarnos y expresarnos?

    ¡Copiad, malditos! es un documental que surgió por una problemática existente en España, pero que no es ajena al resto del mundo. Si echamos un vistazo por la web esquivando toda clase de fronteras veremos que éste ha sido una de las más recientes manifestaciones de una serie de documentales sobre el mismo tema. Tenemos el caso de Rip: A Remix manifesto en donde se entra un poco más al detalle y se exploran otras situaciones en donde la censura, las demandas y las difamaciones no se hacen esperar. Al ver este documental la sorpresa fue permanente, la cacería a herejes creativos por parte de las grandes corporaciones, es absurdo ¿no?

     También por recomendación de @carobotero tenemos God copy, Bad copy que pinta bien, pero que aún no lo he visto en su totalidad como para escribir un poco más sobre ello.Y aunque el panorama se vea un poco incierto no todo se puede dar por perdido, en los documentales se presenta constante mente las licencias Creative Commons que le da cierto contrapeso al ya conocido Copyright, licencias flexibles que le dan un poco más de control a los autores sobre su obra dando una serie de opciones en donde puede definir los términos y condiciones de uso. Simple y efectivo.

    Por otro lado lo que me sorprende es la resistencia que se ha tomado ante las imposiciones de las leyes sobre derecho de autor y que en nuestro país pasan sin un análisis profundo, dejando en evidencia un desconocimiento general sobre dichas leyes en los entornos digitales. Hace falta un poco de interés y apropiación sobre el tema por parte de las Bibliotecas y entre los ciudadanos en general que haga hincapié en el respeto y conservación de los derechos para expresar y difundir ideas sea en entornos físicos como en entornos virtuales y lo que ello conlleva.

    Muy seguramente el camino a seguir para lograr la formación de los ciudadanos en el reconocimiento de sus derechos y deberes en estos entornos no se encuentre en la censura y restricción de la información y los demás contenidos disponibles en Internet sino en la experimentación, la instrucción, guía y debate de estos temas en donde las bibliotecas sean un apoyo ofreciendo espacios donde se propicien encuentros y discusiones de interés general. La biblioteca como un laboratorio social para compartir, crear, mezclar y proponer ideas.

  • Sobre el libre acceso en las Bibliotecas: internet y otros demonios I

    Mientras pensaba en qué escribir para esta entrada se acercó a la sala de lectura de la biblioteca una de las ingenieras de sistemas, y recordé una solicitud que le había enviado hace unos días. La solicitud consistía en desbloquear un par de computadores de la sala de consulta de la biblioteca para que las personas que necesitan buscar información en bases de datos u otros sitios en la web (pues sólo se permite consultar el catálogo) puedan hacerlo. Su respuesta fue negativa, me dijo que si quitaba los bloqueos en los computadores esto (la biblioteca) se convertiría en un café internet… Un momento, ¿qué fue eso?

    Me quedé pensando en su respuesta mientras ella seguía haciendo sus cosas y salía del lugar. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre un café Internet y una biblioteca? es una de las preguntas que han merodeado mi cabeza durante esta semana. ¿Cómo es posible eso…?

    Ahora bien, ese pequeño intercambio de palabras da para repensar muchas cosas y más después de revisar los manifiestos de IFLA sobre acceso a Internet y sobre Bibliotecas públicas. Es como si el acceso a información lo cumplieran pero sólo con la información que interesa ser entregada, en este caso todo lo que se encuentra en la base de datos de la biblioteca, pero ¿la biblioteca no se estaría negando uno de sus recursos para la prestación de servicios a su comunidad? Esta situación también da la sensación de que hay un desconocimiento sobre las directrices para bibliotecas y sobre el uso de Internet en general ¿es tan peligroso dar vía libre a las personas para que consulten la información a través de herramientas como Internet?

    Claro está que existen sus limitaciones y restricciones dadas a cierto tipo de contenidos que pueda vulnerar la dignidad de las personas, pero también es claro que los bibliotecarios deben enseñar a las personas pertenecientes a su comunidad el buen uso de la información que se encuentra en Internet o en cualquier otro medio de información. Entonces, si existe un desconocimiento y al parecer cierto temor sobre el uso de recursos de acceso a la información tan poderosos como Internet ¿qué estamos haciendo los profesionales de la información para que este tipo temor desaparezca o, por el contrario, se mantenga?

    ¡Si vemos las Bibliotecas como a un Café Internet, pues en eso lo convertiremos! ¿será que tenemos que replantear la función de la biblioteca y del biblitoecólogo en la comunidad? — SÍ — Creo que las personas involucradas en el mundo de la información, en especial los profesionales, debemos tomar una actitud más activa en cuanto a la formación de las personas en el buen uso de los nuevos recursos y herramientas que garanticen el acceso a la información, manteniendo y transmitiendo una posición crítica además de promover la participación de las personas sobre los derechos y deberes que tiene como ciudadanos en el uso de la información que a ellos concierne.

    Por otro lado existe la obligación por parte del Estado de garantizar el acceso a Internet como parte del desarrollo de las personas y sus libertades, en especial la libertad de expresión, pero qué pasa entonces cuando es el Estado quien fomenta las censura, se entromete en los asuntos personales de los individuos involucrados con la libertad de expresión, la intimidad, el acceso y uso de información en Internet, entre otras cosas, como se puede ver en el post de @camilodeguzman

    Esta situación me recuerda un poco un charla que tuve con @hiperterminal cuando se sorprendía de la poca participación de profesionales de la información en las discusiones que se han llevado en el senado sobre dicha ley, siendo que las bibliotecas también pueden ver afectadas luego de su aprobación. Tal vez es necesario un cambio de actitud, tener cierto aire temerario a la hora de implementar y proponer proyectos y políticas que nos ayuden a fortalecer e integrar los esfuerzos que cada bibliotecario realiza en su sector para bien de los demás profesionales y de sus comunidades. Por otra parte también es importante aprender a dejar el pasado en su lugar y ver más el presente y hacia el futuro creando nuevas estructuras de trabajo en nuestro quehacer profesional; dejar de controlar para empezar a compartir, formar y crear todos juntos, en comunión.

  • El mundo leído y narrado: No-guía para interpretar y narrar nuestro entorno

    Un pensamiento constante mientras leía los textos para esta entrada me remitían a unos vídeos que encontré navegando y explorando un poco en la web, como de costumbre. Siempre se encuentran personas con algún dato o información útil. Lo interesante de este ejercicio fue estudiar la teoría sobre la participación social y ver que la práctica simplemente se dio como una necesidad de unos grupos determinados de personas y que la experiencia tuvo sus replicas (así como los movimientos te tierra o el mencionado aleteo de una mariposa…) en varios lugares al rededor del mundo.

    Uno de ellos es sobre el 15M y los estudios que se han realizado al respecto, en especial el que presento a continuación sobre el flujo de información (cómo se difundió, recibió y redistribuyo) y su impacto a través de las redes sociales.

    Es impresionante el papel de las tecnologías al incentivar y fortalecer la participación de las personas sobre hechos que bien se podrían mantener ocultos, cerrados, casi inexistentes y que pueden afectar no solo a la persona en particular, sino que también a toda una comunidad.

    Y por supuesto es inevitable pensar en las bibliotecas (en especial las públicas) como un ente fuerte en la formación de ciudadanos capaces, responsables por sus deberes y derechos. Aunque no esta de más decir que cuando nos referimos a manifestaciones no es necesariamente salir a la calle con pancartas música baile y una inconformidad en particular, sino que existen otras formas de participación que también deben tenerse en cuenta y que además de poder surgir desde la biblioteca como ese proceso de formación ciudadana. Un buen ejemplo es el muy conocido y mencionado Hiperbarrio en donde (y como ellos dicen) se narran historias locales para un público global.

    Con iniciativas simples y de impacto como éstas comparto la idea de Gaitandeomaha cuando dice que: «…debemos entrar y romper el paradigma de la información, (con) una información bien contada, éticamente referida, que genere debate y seguimiento, una información que sea escuchada, una información veraz, sin manipulación…«

    En lo anterior se resalta una idea importante para el desarrollo de estas actividades y es el flujo que se debe dar a la información sobre los temas que le interesan a las personas y en donde todos nosotros debemos debatir manteniendo una posición y exigiendo por el cumplimiento y buen manejo de los asuntos que nos involucran como sociedad.

    También les dejo los demás vídeos que encontré y que me gustaría compartir con ustedes. Muestran sucesos similares en donde las personas asumen su responsabilidad como ciudadanos, se reúnen, se organizan y se manifiestan para exigir los derechos que como ciudadanos tienen y se deben respetar, pero primero debo agradecer a @andrewholes que los publico y bueno aquí pueden ver uno de los vídeos y el otro lo pueden encontrar en este sitio

    Para empezar…

  • Lo público ¿cuál es su espacio?

    Mientras leía el material para la clase de sociedad civil y bibliotecas fue inevitable pensar por un momento en las visitas a los parques públicos hace unos año en donde casi siempre salía espantado por el acoso de algún vigilante. Creo que no les gusta que la gente se divierta sobre ruedas o trate de hacer maromas raras en los espacios para hacer ese tipo de cosas y algunas otras actividades saludables.

    Ya después, fue la policía la encargada de quitarme el gusto por estar mucho tiempo en algún lugar público esperando a que pasara la tarde o sólo descansando, uno parece un sospechoso de todo tipo de crímenes y es un feliz ganador de una requisa que si no termina en un paseo en patrulla a un CAI (Comandos de Atención Inmediata)es una recomendación como «bueno váyase (o piérdase) de aquí si no quiere…» Es curioso recordar esas situaciones que si bien no son muy frecuentes para muchas personas, siempre pasan.

    Aunque en un parque público pasan muchas cosas y se pensaría normal tener este tipo de control, no es el único sitio. Otro lugar predilecto para mantener una vigilancia y control total son las bibliotecas públicas, increíble pero cierto. Creo que se han tomado demasiado enserio esa obsesión por el silencio, la calma y el orden propio de los monasterios medievales.

    Ahora me pregunto ¿cómo se espera una mayor apropiación de los espacios públicos si nos los han negado? Tal vez en los espacios físicos las personas pueden percibir esas «restricciones de uso», la sensación de que es público pero si alguien no tiene buena pinta de seguro se excluye. Hoy por hoy esa timidez y precaución parece haber desaparecido en cierta medida en los espacios virtuales. Hay más personas apropiándose de esos espacios (o creándolos), comentando, debatiendo y compartiendo ideas y contenidos, pero ¿es así de glorioso? y sobre todo qué papel tienen las bibliotecas cómo «el último vestigio del espacio público» según Joshua Prince-Ramus.

    Lo curioso es que algunos de esos espacios generados y dispuestos a la participación de cualquier ciudadano en la web se han visto atacados por las mismas restricciones que se encuentran en los espacios físicos, bien está el asombroso caso de este titular: Gobernación del Huila prohíbe Blogger y wordpress en las bibliotecas públicas deja mucho que pensar no sólo de los gobernadores sino de los bibliotecólogos encargados que en lugar de velar por el libre acceso a la información y cualquier tipo de comunicación desarrollo de habilidades adquiridas por medios de formación distintos a los institucionales deciden bloquear, restringir estos brotes de espacios de interacción y participación. (Espero que no se les ocurra dejar veneno en las teclas del computador o el mouse para evitar que las personas usen los equipos en lugar de formar ciudadanos capaces y responsables ante los cambios que se nos vienen encima en un entorno bombardeado de información…).

    Lo bueno es que aún encontramos buenas intenciones como la de Elecciones transparentes o tal vez Anonymous aunque no sabría responder, en interesante pensar que un grupo de personas andan por ahí haciendo monerías y asustando a entidades estatales o grandes corporaciones en la red para defender sus derechos en la web pero ¿más allá de asustar y de los ataques fugaces… qué? También siempre se encuentran alternativas como RedPaTodos que busca una intervención más directa de los ciudadanos sobre la ley que afecte sus derechos.

    Centrando un poco las ideas sobre mi profesión es bueno preguntarse si ¿las bibliotecas realizan y apoyan programas adecuados que fomenten la libertad, creatividad, flexibilidad y autonomía en los procesos de aprendizaje, participación y apropiación de los ciudadanos en los espacios públicos?

    Por mi parte creo que aun queda trabajo por realizar pero eso es lo interesante de estar en el oficio.

  • Repositorio documental de trabajos estudiantiles

    El día jueves 28 de julio presenté en la reunión de estudiantes de Ciencia de la Información – Bibliotecología (PUJ-Bogotá. Jornada nocturna) un proyecto que pretende motivar la participación estudiantil por medio de un repositorio que contenga las experiencias académicas de los estudiantes.

    El repositorio lo pueden encontrar aquí. Para participar sólo se necesita enviar un correo a leonardo@hiperterminal.com o cienciadelainformacionpuj@gmail.com con el archivo adjunto, el título del trabajo como asunto y una descripción del trabajo en el contenido del mensaje que indique autor o autores, la asignatura (nombre de la clase) y el semestre en el que fue realizado.

    La idea del repositorio es muy simple y corresponde a una actividad de estudiantes y para los estudiantes de la carrera de Ciencia de la información-Bibliotecología o áreas a fines, que les sirva de apoyo para su formación académica a partir de las experiencias de los otros y que busca: Crear un sentido crítico a la hora de evaluar las fuentes y la información de las mismas, que los estudiantes le den una valoración a los contenidos creados por ellos mismos, las fuentes que utilizaron en el proceso y, sobre todo, el buen uso de esos contenidos lo cual involucra la citación y la construcción de saberes entre pares.

    Al contar con un lugar en donde se puedan discutir y darle una valoración a los procesos y resultados de investigaciones en la realización de trabajos académicos se espera incentivar la producción e integración de contenidos de calidad y, no menos, el compartir esas experiencias que muchas veces son las que llenan los vacíos de la educación formal y romper las estructuras de evaluación convencionales en la academia. Así cómo dijo Cristobal Cobo ese mismo día en la Universidad Nacional, hablando sobre aprendizaje invisible: «Hay que dejar de ver la universidad como un hotel en donde llegas, pagas por su servicio y luego sales con un título; sino ver a la universidad como un laboratorio en donde se puede compartir y crear…«

    Así es que esperamos su participación y apoyo en este proyecto que no sólo quiere involucrar a los estudiantes javerianos,  la invitación queda abierta a cualquier otro estudiante que estudie Ciencia de la información, Bibliotecología, Archivística o algún áreas a fine en cualquier otra universidad en cualquier otro lugar dentro o fuera de Colombia.

    Por cierto, si la idea de posterous no les parece muy llamativa podrían intentarlo también en este sitio.

  • Inicia Nomono: qué y por qué de eso

    Esta vez estuve hablando con Sebastian García sobre la creación de sistemas de participación, apropiación e intervención de los espacios públicos de la ciudad. Mientras hablábamos al respecto nos dimos cuenta que sería muy entretenido empezar a crear proyectos y generar contenidos que puedan compartir espacios físicos y virtuales. Entre chiste y chanza arrojamos un arsenal  de ideas que con gusto iremos desarrollando. En ese momento recordé que hace un tiempo junto con mi hermano, Davíd, pensamos crear un espacio que patrocine este tipo de actividades pero que por varios motivos nunca se desarrolló más allá de unas cuantas reglas, para empezar…

    Así es que le propuse a mi amigo continuar con ese proyecto: NOMONO. Hasta este momento ya mucho se había esperado y pospuesto, es hora de continuar con esto que nace con la idea de difundir la cultura en todos sus aspectos, una forma de interacción entre personas, espacios e ideas. Para más información o colaboración ver su wiki aquí. Esperamos que siga creciendo.

    Estaremos trabajando en el proyecto, por ahora les dejaremos enterados, Nomono existe y seguirá trabajando. ¡Antentos!